jueves, 26 de abril de 2012

Los peores penales de la historia del futbol


Trezeguet, tras fallar el penal que le costó a Francia el Mundial 2006

Sergio Ramos es la nueva víctima de la "lotería" de los penales. Su lanzamiento a las nubes en la tanda ante el Bayern Múnich es, además, una tormenta perfecta: no solo por la horrible ejecución del disparo, que ha generado todo tipo de comentarios jocosos, sino porque lo erró en el momento decisivo y después de que Iker Casillas hubiese dado esperanzas de remontada al parar dos penales del Bayern. Pero el madridista tiene el consuelo de que no es el primero, ni será el último, en la larga lista de grandes jugadores que han lanzado penas máximas desafortunadas, mal ejecutadas o, directamente, ridículas. En ABC.es recopilamos las mejores.
Pires y Henry se pasan de listos


Intentaron copiar el mítico lanzamiento de Johan Cruyff con el Ajax, pero en lugar de ello sufrieron durante semanas las mofas de los medios ingleses. En un partido del Arsenal contra el Manchester City, Robert Pires se puso ante el balón y le dio un pequeño toquecito para que su compañero Thierry Henry se incorporase a la carrera por sopresa. Pero se coordinaron tan mal que la defensa "citizen" les leyó las intenciones y le quitaron la pelota al francés delante de sus narices, antes de que tuviese tiempo para reaccionar.

Raúl mandó a las nubes el sueño de la Euro


Eurocopa 2000, cuartos de final. España perdía 2-1 contra Francia, vigente campeona del mundo. En el tiempo de descuento, el árbitro pitó un peanl a favor de la Roja que podía forzar la prórroga. Raúl se encargó de ejecutarlo. Mandó el tiro a las nubes, ante un Barthez que ni lo vio.

David Beckham repitió la historia. Inglaterra cayó en cuartos de la Euro 2004, en la tanda de penales ante Portugal, después de que el británico fallase el lanzamiento decisivo mandándolo varios metros por encima del travesaño.


Antes que ambos, el brasileño Sócrates tuvo el error de su vida contra Francia, en cuartos del Mundial de 1986.


Trezeguet perdio un Mundial




La final del Mundial 2006 se resolvió en la tanda de penales después de que Francia e Italia empatasen a uno. David Trezeguet fue el elegido para el disparo decisivo. El delantero francés quiso hacer una exquisitez, y a punto estuvo. Colocó el lanzamiento elevado y ajustado a la escuadra, imparable para Buffon. Pero el esférico rebotó contra el interior de larguero, cayó en picado y se estrelló justo ante la línea de gol. Italia ganó el Mundial, literalmente, por milímetros.

En 1994, Roberto Baggio hizo el desagradable papel de Trezeguet, marrando en la final contra Brasil la pena máxima determinante de la tanda. Aunque en su caso, no le faltaron milímetros sino metros, porque mandó el cuero a las nubes. La leyenda dice que el seleccionador "azzurro", Arrigo Sacchi, le hizo tirarlo lesionado.

Barcelona y Brasil, chapuzas en tanda



Que Messi esté tranquilo. Lo suyo no ha sido lo más desastroso que ha hecho el Barcelona con las penas máximas. En la final de la Copa de Europa de 1986, el conjunto azulgrana falló todos los penales de la tanda final ante el Steaua de Bucarest. Alexanco, Pedraza, Pichi Alonso y Marcos Alonso fueron los antihéroes, aunque algo tuvo que ver el meta rumano Helmuth Duckadam. El Steaua también erró los dos primeros, pero con acertar un par de ellos le valió para proclamarse máximo campeón de Europa.






La selección brasileña repitió el año pasado la antihazaña en la Copa de América ante Paraguay, en un partido en el que la "canarinha" no fue capaz de marcar... ni en los penales . Tras el 0-0 en los 120 minutos, Elano, Thiago Silva, André Santos y Fred marraron las cuatro oportunidades de los brasileños. Evidentemente, pasaron los paraguayos. La prensa brasileña echó chispas.


Djukic, una cicatriz de por vida


El serbio Miroslav Djukic falló uno de esos penales que marcan a un equipo durante décadas. En la 93-94, el Deportivo de la Coruña estuvo a punto de ganar su primera Liga. Antes de jugar la última jornada, estaba líder a dos puntos del Barcelona. Se jugaba el campeonato en casa ante el Valencia. Los azulgrana habían ganado su partido y la diferencia de goles les favorecía, lo que obligaba al Depor a vencer también. En el último minuto, empataban a cero cuando el colegiado pitó penal a favor del club gallego. Djukic hizo un inocente disparo al muñeco que el meta González cazó sin despeinarse. Desde entonces, el balcánico asegura que aquel fallo marcó el resto de su vida.

Nuestro nunca bien ponderado Cazelly.
El jugador Carlos Caszely tiene la oportunidad de convertir un gol de penal y se apresta a hacerlo, pues era de los mejores jugadores que ha tenido Chile, se para frente al arco y todo el país está con la esperanza de gritar ese gol, pero el jugador se equivoca y la pelota termina fuera del arco.



Messi tuvo en sus pies la posibilidad de anotar el tercer tanto del Barça para eliminar al Chelsea, pero el travesaño le dijo que no.