viernes, 15 de junio de 2012

Gitanos en Rumania


Al llegar de Alejandría, Buzescu, con sus pequeñas casas de pueblo amontonadas a ambos lados de la calle principal y sus pequeños jardines delanteros convertidos en huertos, se parece a cualquier otro pueblo rumano. Pero de pronto, nada más pasar la iglesia, nos encontramos con un espectáculo totalmente distinto: techos altos, torres de acero y de festones que resplandecen a la luz del sol, estrellas de Mercedes en lo alto, pagodas que se unen a otras pagodas, tejados plateados, una mezcla de estilos que sobrepasa todos los límites.

Es en este pueblecito rumano donde se sitúa el origen de lo que llamamos palacios gitanos estilo pagoda. Un trío de arquitectos y de artistas, Mariana Celac, Iosif Király y Marius Marcu-Lapadat, fueron los primeros no gitanos que llamaron la atención sobre este fenómeno en 2001, mediante un trabajo fotográfico de varios años bautizadoTinseltown (Villa Oropel). Buzescu, situado a 100 kilómetros al suroeste de Bucarest, es el ejemplo más claro en Rumanía. Según Mariana Celac, aclamada urbanista y crítica del régimen de Ceauşescu, “encontramos, agrupadas en este lugar, todo un conjunto de calidades que se han perdido en la arquitectura actual”.





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