lunes, 16 de septiembre de 2013




El 12 de febrero de 1976, fecha de la proyección privada del film “Odisea en los Andes”, el novelista peruano Mario Vargas Llosa le propinó un fuerte puñete en la cara a su par colombiano Gabriel García Márquez en un cine de la ciudad de México, en circunstancias en que este se disponía a abrazar al primero a quien no veía después de una larga temporada. El colombiano no tuvo tiempo de reaccionar y cayó de bruces. Todavía sorprendido por la actitud del peruano, le contó varios días después al periodista Oscar Alarcón del diario “Correo” de Bogotá, lo siguiente: “Cuando me vi con Mario, me pareció verlo sonreír y que trataba de abrazarme. A esto se debió que cuando me pegó estaba completamente indefenso y con los brazos abiertos, de lo contrario me hubiera protegido por lo menos la cara. Caí sin conocimiento. Además, Mario tenía un anillo con el que me rompió la nariz”.


Son tres las hipótesis que se barajan para explicar la pelea entre Vargas Llosa y García Márquez. Hipótesis 1: “García Márquez le quiso robar la mujer a Vargas Llosa”.

Esta hipótesis fue la primera que apareció en los cables de las agencias periodísticas que reseñaron el incidente. La agencia de noticias EFE, en su despacho del 13 de febrero de 1976, decía: “El móvil de la pelea, no podía ser para menos: las faldas. Un asunto de faldas que, al parecer, provocó García Márquez cuando, en Barcelona, intentó una aproximación a la mujer de Vargas Llosa”[VIII].

Esta hipótesis no resiste análisis. No aporta prueba alguna. Es una suposición, una especulación que rondó por la mente de los periodistas, bastante propensos a dejar volar, tanto como el público lector, la imaginación.

Hipótesis 2: “Vargas Llosa estaba ofuscado por las posiciones políticas de izquierda de García Márquez y disimuló su enojo tomando como pretexto lo que supuestamente el Gabo «le había hecho a Patricia en Barcelona»”. Esto ha sido sostenido por Francisco Igartua. Pero ha sido el propio Vargas Llosa, quien, en la referida entrevista que le hizo Beto Ortiz, ha expresado enfáticamente que: “Lo que ha dicho Igartua es falso”.

Además, para que no queden dudas, ha aclarado que “...el distanciamiento con él (con García Márquez) se debió a una cuestión personal, fundamentalmente, que no tiene nada que ver con su posición ideológica, de la cual discrepo también profundamente, porque creo que, políticamente, García Márquez no es de ninguna manera el buen escritor que es de literatura.”[IX]
Queda, pues, para explicar el confuso incidente de 1976, la tercera hipótesis:

Hipótesis 3: “Vargas Llosa se dejó llevar por la ira al enterarse que García Márquez y su mujer le habían aconsejado a su esposa Patricia separarse de él, debido a que este sostenía un tórrido romance con una modelo norteamericana en Finlandia” (otra versión que circula indica que era una joven sueca).

Esta hipótesis fue expuesta en un artículo por el periodista Juan Gossain del diario “El Heraldo” de Barranquilla. Es verdad que Gossain no señaló cuál era el nombre de la referida modelo y no aportó, como en el primer caso, prueba alguna. Pero pensamos que lo que conjeturó, es lo que más se acerca a la verdad.